En primer lugar, hay que decir que el karting nació en Estados Unidos, en las bases de las Fuerzas Aéreas, al montar motores de cortacésped en chasis tubulares. Las carreras empezaron a hacer furor entre los estadounidenses, y el hobby de los go-karts se extendió rápidamente. En España, su entrada fue mucho más tarde, en la década de de los 70, a través, cómo no, de Cataluña, la comunidad que más ha apostado y aportado al mundo del motor en España.

 Un kart se compone, básicamente, de chasis y motor. En primer lugar, hablaremos del chasis: es una estructura tubular (generalmente el tubo usado es de entre 28 y 34 mm de diámetro), con diseños diferentes para cada fabricante, y normalmente construido en acero, aunque sus componentes (llantas, bujes,…) pueden ser de otros materiales, como aluminio o magnesio. Al no tener suspensión, deben transmitir la potencia del motor al suelo a través de la flexión del chasis y de hacer trabajar correctamente los neumáticos. El frenado corre a cargo de un disco de freno trasero, con circuito hidráulico, aunque en determinadas categorías también se usa el freno delantero, bien accionado a través del pedal o a través de una bomba manual accionada desde el volante. Otro factor a tener en cuenta es el diámetro del eje trasero, que dependiendo de la categoría va entre 30 y 50 mm. Los elementos de protección que van unidos al chasis se denominan pontones, son de material plástico, y actualmente es obligatorio llevar en los laterales, las partes delantera y trasera y el frontal portanúmeros. El asiento está construido en fibra de vidrio, y el depósito de combustible, de plástico. Algunas de las marcas más famosa y laureadas son Tonykart, CRG, Birel, Intrepid, Sodikart,…

En cuanto al motor, existen diferentes categorías, dependiendo de su cilindrada y ciclo. Los más comunes actualmente son los de 125cc y 2t, con diferentes categorías, como son KF3, KF2 y KF1. Estos motores son básicamente iguales, pero llevan diferentes limitaciones con respecto a sus rpm o escape. Además, otras categorías son la KZ2 y KZ1 (Motores 125, con 6 marchas), o las X30 y Rotax (Motores 125, 2t, alrededor 30 cv, automáticos, con diferencias en carburación, admisión y escape). También existen categorías inferiores, para los más “peques”, que corren con motores de 64 y 84. Dicho esto, hay que comentar que existen muchos más tipos de motores, de 2t, bicilíndricos, 4t, 2 velocidades,… Algunas marcas de motores son Iame, Parilla, TM, Rotax, Comer, Maxter…

Otro tema a tratar es el de los neumáticos. Son los encargados de transmitir al suelo la potencia del motor, además de absorber las irregularidades de la pista. Son de varios compuestos, dependiendo de la marca. Las más utilizadas son Vega, Bridgestone, Mojo, Dunlop…

Otra categoría aparte es la del karting de alquiler, que normalmente utiliza motores de 270cc o 390cc, con chasis reforzados, pero con una estructura básica similar a los de competición.

 El equipamiento básico para el karting es el casco, que debe ser integral, mono para cubrir brazos, pecho y piernas, guantes para las manos y botines para los pies. Además, es recomendable el uso de costillar, que es un chaleco realizado en materiales que van desde el plástico a la fibra de carbono y kevlar, para proteger la sección costal de las vibraciones y golpes provocados por el kart.

 En España tenemos varias instalaciones de primer nivel mundial para la práctica de este deporte, como los circuitos de Zuera, Motorland, Campillos… Tenemos la suerte de haber podido acoger varias pruebas de altísimo nivel, como Campeonatos del Mundo y pruebas de las Euroseries Rotax.

 Todo lo escrito anteriormente es sólo una aproximación a un mundo lleno de detalles, de los que podríamos escribir páginas y páginas, pero eso, será para otra ocasión. ¡¡Hay que escribir más artículos!!

 

Un saludo,

 

Jose Burillo

Secretario del Club Deportivo “La Mancha Karting Club”